Bienestar, comunidad y el arte invisible de reinventarse
Cuando la creatividad se convierte en hogar
Lo que pensamos cuando hablamos de creatividad
En Bloom nunca hemos visto la creatividad como algo reservado a los artistas. Para nosotras, creatividad es lo que nos mantiene vivos y despiertos: la manera en que encontramos nuevas rutas cuando todo parece repetido, el gesto de reinventarnos cuando las circunstancias cambian, la risa que surge cuando mezclamos idiomas y aun así logramos entendernos.
La creatividad, en nuestra experiencia, ha sido refugio y motor. Refugio porque nos da espacio para procesar lo que sentimos, ya sea en unas líneas escritas de madrugada o en la cocina inventando una receta imposible, y motor porque nos conecta con otras personas: nos permite compartir, inspirar y aprender en comunidad.
Por eso cuando pensamos en bienestar, no podemos separarlo de creatividad. Son dos hilos que se entrelazan: uno sostiene, el otro impulsa.
Una mañana distinta en un lugar especial
Este sábado organizamos, desde Espacio Bloom Meaningful Events, un brunch-encuentro para la comunidad expat/inmigrante en una pastelería argentina de Oviedo.
El arte estaba en todo: en los alfajores que parecían pequeñas joyas, en la mesa preparada con mimo para que cada persona se sintiera bienvenida, en la calidez con la que nos recibieron. Y también, quizás sobre todo, en lo invisible: en la disposición de quienes vinieron con ganas de compartir un trocito de su historia.
Migración como expresión de creatividad
Mientras compartíamos café y dulces, las conversaciones fluían entre inglés y español, como una danza improvisada. Cada participante aportaba no solo palabras, sino también relatos de migración: mudanzas, aprendizajes, risas por malentendidos idiomáticos, silencios con tono a nostalgia y a paisajes lejanos.
Escucharlas nos inspiró profundamente. Y nos hizo ver algo con claridad: migrar es, en sí mismo, un acto profundamente creativo. Porque migrar es reinventar rutinas, transformar la identidad, aprender a traducirse a un nuevo idioma y rehacer vínculos desde cero. Es imaginar un futuro posible en un lugar desconocido.
Ese mosaico de historias, distintas, pero entrelazadas, mostró que la creatividad no estaba solo en la pastelería, sino en cada vida que se contaba con valentía.
Nosotros tres somos migrantes, como toda la historia de la humanidad.
La creatividad que sostiene el bienestar
La investigación lo confirma: los días en que nos entregamos a una actividad creativa, dibujar, escribir, cocinar algo distinto, cantar sin plan, son también los días en que sentimos más emociones positivas. La ciencia dice que no es casualidad: creatividad y bienestar se alimentan mutuamente.
Pero más allá de los estudios, lo vemos en lo cotidiano. Cuando escribimos aunque nadie lo lea. Cuando decoramos una mesa sin que nadie lo pida. Cuando conversamos con alguien y sentimos que entre palabra y palabra estamos creando algo nuevo. Esos son los momentos que nos sostienen, que nos recuerdan que vivir también puede sentirse ligero.
El sábado lo comprobamos de nuevo: la creatividad no estaba solo en los dulces o en la decoración, estaba en cada gesto de quienes se sentaban juntos con ganas de encontrarse. Y eso generó bienestar colectivo: alivio, conexión, pertenencia.
Hacer del día a día un espacio creativo
Cuidar el cuerpo es importante, sí. Pero cuidar el alma también. Y para nosotras ahí entran los hobbies creativos: escribir un micro-poema, improvisar una receta con lo que hay en la nevera, salir a la calle y fotografiar detalles que normalmente pasaríamos por alto.
No buscamos resultados perfectos, sino de celebrar, de disfrutar, de recordar que somos más que nuestras responsabilidades. Esa mañana en la pastelería lo vimos claro: la creatividad puede estar en un alfajor compartido, en un gesto de hospitalidad, en la valentía de hablar en un idioma nuevo. Y también, en el acto mayor de creatividad que es la migración.
Una invitación práctica: tres actividades para creatividad y bienestar
Queremos dejaros con tres ideas sencillas que podéis probar esta semana:
Escritura de micro-momentos
Al final del día, escribe tres escenas pequeñas que hayas vivido: un gesto amable, un color en el cielo, una risa inesperada. No es un diario, es un juego de observación y gratitud.Cocina improvisada
Escoge tres ingredientes de tu nevera y haz algo con ellos sin mirar recetas. No importa el resultado, importa reírse, probar, jugar.Conversación con alguien de otro país
Si tienes a alguien en tu vida que sea de otra parte del mundo que la tuya, conecta, y hazle preguntas sobre su tierra, su lugar, sus experiencias. Abre tu curiosidad, escucha y maravíllate de la riqueza cultural de nuestro planeta.
Cosas que nos inspiraron esta semana
La generosidad de quienes compartieron sus historias de migración.
Unos alfajores tan delicados que parecían pequeñas obras de arte.
El gesto cuidado de una mesa pensada para acoger a cada persona.
¿Y tú? ¿Has migrado, ya sea en el mapa o en tu paisaje interior? ¡Cuéntanos que has descubierto de ti misma!
Con cariño,
Celeste, Amy y Jorge
www.espaciobloom.es







¡Qué belleza de escrito y de experiencia, mis queridos!
El tema de la migración me toca profundamente, porque soy de Venezuela y aunque sigo en mi país, nos ha tocado despedirnos de un sinfín de familiares y amigos y, en efecto, es tal como lo describen, es reinventarse en un lugar desconocido.
Me encantaron las actividades para creatividad y bienestar que propusieron. La de la cocina improvisada me pareció muy divertida, así que pronto lo haré.
¡Gracias siempre por sus escritos tan bonitos e inspiradores! Abrazo inmenso. Nos seguimos leyendo. 🤍
Me gustó mucho lo que compartieron, me senti reflejada. Hace siete meses que migré de mi país natal, Argentina, a Italia y todo este proceso esta siendo de una gran transformación. Siento que la creatividad me acompañó y me acompaña como sostén creador.
Pd. Esos alfajores de maicena y medialunas son una obra de arte